Mensaje de bienvenida

R

ecuerdo con dificultad mis primeras pisadas… Según cuentan por ahí mis ansias por levantarme del piso y salir disparado al mueble o pierna de papá, el que apareciera primero, eran evidentes. Y qué decir de mis primeros zapatos? No se sienten desde ya identificados?


Seguimos pasos a donde quiera que vayamos, pero no estamos caminando. Si bien el cuerpo lucha feroz y mentalmente contra esa sensación de libertad, no se pudo contener por mucho tiempo y gracias a la invención de esa bendita palabra llamada deporte (y los zapatos deportivos, para todos los contemporáneos) salimos a correr.

Correr a la entrada del supermercado para que no lo cierren un domingo por la tarde…

Correr a la iglesia; es mejor llegar sudado al altar que lidiar con una novia desesperada y furiosa…

Correr al colegio y la universidad porque simplemente ‘hay que hacerlo’…

Correr para crecer, correr para no envejecer… Correr para llegar.

En fin, ese estimado señor llamado correr siempre seguirá siendo el mismo que nos despierta temprano por la mañana para llenar el asfalto o la montaña de pisadas y en retribución la naturaleza gentilmente nos devolverá un poco de polvo y barro que llevamos de recuerdo a nuestras casas. Es también el mismo que nos diferencia si estamos detrás de aquel que nos quiere adelantar en la carrera o si estamos delante de él, pero que al mismo tiempo nos une y como en una masiva, imponente y representativa ‘Woodstock’ asistimos vestidos de colores y con ropas minúsculas a las 6 a.m para ver al gran artista del día: nosotros!

Recorriendo carrera y maratón que se nos coloque en frente desde… Hasta… Seguramente creo que no existirán límites para la creatividad y el ideal humano, amén! Para inventar (quien sabe si viviré para “bloguearlo”) alguna Maratón Internacional Lunar 2050!

Bienvenidos sean todos amigos, amigas y curiosos en general a este espacio que si bien no sirve de mucho por sí solo, son aquellas personas que como yo le han dedicado un poco de sus vidas a esta dedicada y compleja pasión los que realmente harán desde hoy en adelante a este sitio, un verdadero encuentro de corredores, y deportistas en general. Todos. Sin distinciones de raza, sexo, posiciones políticas ni religiosas… Cero discriminación!

Me quedo con lo poco que queda, y desde allí les comparto mi eterna ilusión por estar junto a ustedes tanto en verbo como en acción entrenando en algún parque, recorriendo alguna calle tempranito por la mañana o en alguna ciudad ‘pateando’ el asfalto durante una carrera sin pensarlo dos veces.

Unas últimas palabras: no existe dolor ni sufrimiento alguno comparable al que puede causarse uno mismo, ya sea de manera física o mental. Por tanto, si controlamos la mente nos quedamos nada más con los calambres, dolores musculares, ampollas y lesiones que surgen en el camino, cierto?

Esta, si es una dulce condena.

Wednesday, July 15, 2009

2009 FLORA LONDON MARATHON

El regreso del submarino amarillo


Y no estoy hablando de la melodía de la famosa agrupación de Liverpool sino de las hazañas de otro cuarteto (que no es musical ni mucho menos): Jairo, Luis Enrique, Marcos y de quien redacta esta nota tras nuestro paso por la última edición del maratón de Londres.

Tras una salida complicada desde Caracas el grupo logra su primer objetivo y arribar al St. James Court Hotel de Londres, ubicado a pocos metros del Palacio de Buckingham. Esta sería nuestra guarida y centro de reunión junto con otros colegas que a su vez participaban dentro de la competencia.

Luis Enrique llegaba de un entrenamiento ejemplar, y parafraseando sus propias palabras, cometiendo de vez en cuando los “pecados” que la vida cotidiana nos exige.
Jairo por su parte se notaba muy intranquilo al inicio de la travesía a pesar de lograr un excelente tiempo en la pasada edición del medio maratón de Miami junto con nuestro compañero Germán Ríos. Su abandono durante el último entrenamiento largo y algunas malas noches según él habían comprometido su estado físico para realizar una buena carrera, pero que bien sabíamos todos el destino le tenía preparado otros planes.



Otras fueron las circunstancias del mentor, nuestro “comandante”, que a pesar de recuperarse de varias lesiones surgidas dentro del entrenamiento, una agotadora jornada de recuperación y el jet lag del viaje lo mantuvieron siempre al límite de su capacidad para lograr un buen tiempo en tierras inglesas.

En cuanto a mí, después de una temprana lesión del tobillo izquierdo y varias sesiones de fisioterapia sólo esperaba el milagro y aferrarme del vasto pero agotador kilometraje de los entrenamientos. Luciendo una pierna afeitada y vendaje obligatorio estaba, eso si, listo y motivado para un maratón como ningún otro.

Recorrimos la exposición el viernes por la tarde, donde los organizadores del evento se habrían asegurado de dejar en claro el toque inglés característico de orden y pulcritud de tan distinguida cita deportiva. Definitivamente un ejemplo de cultura a seguir y que debería ser replicado (mantengo la esperanza, en algún momento) hacia nuestros países de América Latina.
La reunión es en el lobby temprano el día sábado para hacer un último recorrido por Green Park de apenas 5K para conocer los preparativos para la llegada de la carrera y liberar un poco de adrenalina que esperaba por ser liberada muy pronto. Por la noche, la acostumbrada cena de la pasta no se hizo esperar para llenar el cuerpo de carbohidratos y escuchar las últimas indicaciones de logística y recorrido para el gran momento.


Y la mañana llegó…
Saldríamos temprano por la mañana hacia los campos verdes del Greenwich Park preparados para la larga espera antes de la hora de la partida. Que agradable bienvenida para la inmensa marcha de los maratonistas que se apresuraba para llegar a su sitio de reunión. De nuevo, el orden y el buen servicio se hicieron presentes: bebidas isotónicas, agua, baños, camiones de almacenaje y más!

Allí el comandante nos revelaría la sorpresa de este viaje: seríamos abrigados en elegantes y llamativos trajes de cirujanos dispuestos para entrar en acción. El traje de los hombres-basura no sería necesario en este caso pues la ocasión y el clima no lo ameritaban.


El submarino “CAFkiano” partió. Encontramos el recorrido bastante regular con contadas ocasiones en las que habríamos sorteado algún obstáculo en los primeros kilómetros. Aunque las calles se quedaron pequeñas para las 30000 almas maratonistas en Londres pudimos acogernos a nuestro paso pretendido después de cierto tiempo.

En las cercanías del punto de la media maratón atravesando el famoso puente “Tower Bridge” (milla) y apoyado por el enorme vitoreo de una multitud acumulada a ambos lados, Jairo se despedía tras un saludo breve y sus últimas palabras: “Como que estamos lentos Marcos”.

Al llegar al distrito de Shadwell llega con gran emoción una de las mejores imágenes de la carrera. Las veloces gacelas, mujeres y hombres de élite pasan del otro lado de la avenida tras la atónita mirada de miles y los deseos de poder alcanzar a las estrellas del asfalto. Una efímera ilusión que se desvanece mientras se alejan rápidamente y la masa se dirige al distrito de Poplar.

Con un aire de novedad y rascacielos de ambos lados estamos ante la cara más joven de la ciudad. Bordeando el río Támesis regresamos al sector del paseo Victoria Embakment y ante nosotros está el “Ojo de Londres” verificando nuestros últimos pasos. El Big Ben, el Hall de Westminster, el Parlamento del Reino Unido y la Abadía de Westminster son algunos de los clásicos de la ciudad y que pasan ante nuestros ojos cuando estamos sobre la milla 25.

Una milla más y estaremos llenos de gloria. Visualizando el St. James Park con los saludos de la reina desde el Palacio de Buckingham entramos a la recta final para recibir los máximos honores, el galardón a nuestra constancia y esfuerzo.

Finalmente logramos reunirnos todos en una sola pieza. La espera por los 42K terminó: lo habíamos logrado!

Llegamos con un maestro y regresamos con nuestra propia versión del “bombardero de la Reina”. Su poderosa derecha y velocidad se manifestaron para lograr un excelente tiempo de 3:50:02. El comandante demostró la solidez de la experiencia, entrenamiento y constancia presentes en el momento de la verdad para lograr unas excelentes 4:12:56.

El “chamo” y mi persona logramos un desempeño muy parejo hasta el kilómetro 30 cuando Jairo decidió acelerar su paso para terminar su proeza en unas 4:15:22. Sintiendo que estaba haciendo lo correcto al mantener mi ritmo y decidido a terminar el recorrido londinense con la cabeza en alto continué en versión “solo” para este último tramo. Con 4:23:22, casi truncado por las lesiones y el excesivo calor del día que había obligado a más de 2000 corredores a retirarse de la carrera veía mi objetivo cumplido con arduo esfuerzo.

Finalmente podrían celebrar en grande su victoria en tierras lejanas, degustar de la extensa cultura de la cerveza inmersa en un típico pub inglés acompañado por un tradicional plato de fish&chips a gusto del corredor. And we live a life of ease, everyone of us, has all we need, in our yellow submarine…

Por: Marcos Subía Carvajal



RESULTADOS



http://export.writer.zoho.com/public/marcossubia/EXTRA!

No comments:

Post a Comment

Gracias por leer los artículos, tus comentarios serán bienvenidos!! MS